Biodinámica Craneosacral

La Biodinámica Craneosacral es una novedosa terapia manual basada en la comprensión de los ritmos naturales que rigen los procesos de autorregulación del ser humano.

Todo organismo tiene una tendencia natural hacia la integridad y coherencia de sus funciones corporales.
La Biodinámica Craneosacral  facilita y apoya esta tendencia natural del cuerpo.  Leer más

Desarrollo de una sesión

Una vez  perfilado el motivo de la visita, los síntomas que muestra y su historial clínico, el cliente se estira en la camilla o se sienta en una silla y el terapeuta establece una serie de contactos en distintos lugares del cuerpo, como puede ser el craneo, la columna, el diafragma o los pies y conecta con el ritmo craneosacral que es el que manifiesta el grado de salud y vitalidad que hay presente en ese momento en el organismo.

Durante el tratamiento se experimenta un toque muy ligero de las manos del terapeuta que sigue las indicaciones que el propio cuerpo proporciona. El cuerpo posee el potencial natural para guiar su propia curación si encuentra las condiciones favorables para hacerlo.

La función del terapeuta es la de facilitar los medios, seguir las indicaciones de los ritmos corporales y dar un soporte adecuado a la persona, apoyando el proceso terapéutico para que el propio organismo se reequilibre.

La sesión suele durar entre 30 minutos y una hora; el número de sesiones y la frecuencia depende del tema a tratar, de su cronicidad, de la intensidad de los síntomas o su urgencia.
Esta modalidad de terapia Craneosacral incluye como herramientas o habilidades terapéuticas la percepción e ineracción por medio del contacto manual de los distintos ritmos internos que el terapeuta siente y que son una expresión de la salud.
Elementos psicoterapéuticos de dialogo consciente que acoge y da soporte a la aparición de conflictos de tipo psicológico o alteraciones emocionales.
El enfoque corporal que favorece el estar presente durante el tratamiento y ayuda a que el cliente tenga una participación activa en su propio proceso.

Para quién está indicada?

La terapia tiene una gran variedad de aplicaciones clínicas ya que trata a la persona como una globalidad funcional, evidenciando que lo que parecen ser diferentes patologías, son esencialmente la consecuencia de un mismo desequilibrio.
El ser humano desde la visión craneosacral es de naturaleza holística  contempla las manifestaciones psicoemocionales y físicas como un organismo integrado. Asimismo el tratamiento incide en la totalidad de la fisiología corporal: en el sistema nervioso, el sistema hormonal, el metabólico, y el inmunitario, así como en los tejidos y órganos.
Algunas de las indicaciones a las que responde muy favorablemente la terapia son diversas formas de alergia, dolores de cabeza, molestias de la columna vertebral, problemas digestivos, secuelas de accidentes; así como síntomas de estrés, ansiedad o depresión. Puede intervenir en la mejora general de muchas dolencias crónicas que cursan con agotamiento, desvitalización, malestar general, dolor.

 

Al ser tan suave y segura puede ser de gran ayuda en estados de fragilidad: personas mayores, bebes, embarazadas, etc.