Un tema que quizá no tengamos en cuenta en el mundo de la salud, que nos cuesta reconocer y que muchas veces confronta un sistema con otro para ver cual es mejor es que !todo no se cura!
La experiencia lo confirma en todas las consultas, muchas enfermedades no se resuelven de manera definitiva, en ocasiones se sufren cuando los síntomas son dolorosos o invalidantes y en el mejor de los casos se sobrellevan.
Algunos autores afirman dandole una connotación negativa que el ser humano nace enfermo, es una aguda apreciación; si pudiéramos observarlo sin ponerle este matiz dramático podríamos decir que en realidad es así.
El bebe humano no es una «tabula rasa» no viene en blanco, es el producto actualizado de siglos y siglos de evolución humana de algún tipo de linaje, que por supuesto heredamos de nuestros padres, abuelos, bisabuelos, tatarabuelos,…. y ¿donde acaba esto?
Contenemos en nuestro presente toda la historia de nuestros ancestros, de la condición humana y más allá. Donde vamos a buscar el origen de la lesión, del conflicto, del problema?.
LA ENFERMEDAD, UN PROCESO DEPURATIVO
A mi entender, en la enfermedad no hay origen sino un constante proceso de depuración, como en la superficie de un brillante que día tras día se va puliendo y en ese proceso se van depurando las impurezas.
Generalmente, la mayoría de las personas padecen durante su vida síntomas agudos de enfermedades de carácter adaptativo al clima, a las tensiones, a los tóxicos, al medio y con el tiempo, suelen instalarse esas enfermedades o procesos de una forma más crónica y con una mayor dificultad a ser tratados: enfermedades en las que ha habido un deterioro serio en los tejidos corporales con alteración en las funciones orgánicas, secuelas producidas por vivencias traumáticas, trastornos crónicos, malformaciones congénitas, minusvalías, etc que no van a ser recuperables.
EL PROCESO DE LA ENFERMEDAD. El ciclo de la vida.
Ponernos enfermos nos invita a dar un paso más allá, a procesar algún tipo de vivencia interna o externa, del presente o del pasado y acceder a un nuevo estado de equilibrio.
Eso si, la depuración puede concluir con la entrega del cuerpo.
Para la vida morir no es nada malo, no es nada negativo ni extraño, es parte del ciclo de la vida.
Aunque esto sea así, incluso aunque lo comprendamos por lo general no podemos asumirlo, enfermar es un tormento y lo que queremos, naturalmente, es curarnos y sobrevivir. Pero a veces el proceso no tiene marcha atrás.
EL PAPEL DE ACOMPAÑAMIENTO DE LA BIODINÁMICA EN EL PROCESO DE LA ENFERMEDAD Y LA MUERTE
Sirve para algo la terapia en estos casos? Pues claro que si.
La Biodinámica acompaña el proceso de la vida en su viaje, hacia su plena expresión en el organismo, hasta su máximo potencial y también en su viaje de vuelta y obligado abandono del cuerpo.
En estos casos no podemos decir que la curación va a ser el restablecimiento de la estructura física, aunque si que en el proceso pueden haber mejoras en esta si tiene recursos suficientes.
Una frase que me resulta conmovedora y de una cualidad expansiva respecto al sentido de vida es esta de Erkhart Tolle:
«Lo opuesto de la vida no es la muerte,
lo opuesto de la muerte es el nacimiento,
la vida es eterna»
¿De qué hablamos cuando decimos de apoyar y facilitar el proceso de la vida?
¿Cómo se traduce esto en el paciente? ¿qué beneficios le reporta?
Muchas de las inevitables circunstancias duras de la vida no tienen otra vía más que la aceptación. Aceptación, no como sinónimo de resignación sino de integración.
Cuando un animal sufre una herida grave, por ejemplo pierde una pata en las fauces de un predador no le queda otra que asumir esa perdida, y el animal lo hace sin más, se marchara dolido por la herida, pasará una temporada esperando que el cuerpo haga su proceso de cicatrización del muñón y seguirá su vida, con lo que hay, adaptándose a su nueva condición.
El proceso de autoregulacion del organismo nos ayuda a estar próximo al estado mas óptimo de «funcionamiento», por supuesto dentro de lo que hay.
Desde luego esto es más fácil decirlo que asumirlo, pero cuando la circunstancia es la que es, la experiencia de los pacientes al hacerse la terapia dice mas que las palabras. Esto es lo que podemos percibir los terapeutas que trabajamos con Biodinámica Craneosacral, que las personas con enfermedades crónicas, degenerativas o terminales encuentran el alivio y orden interno a pesar de las condiciones que experimenta el cuerpo.
«Se puede sanar la vida aunque no se pueda curar el cuerpo»
Jorge Carvajal
LA CONEXIÓN CON LA FUENTE.
La función principal de la Biodinámica es la de conectarnos con nuestra fuente, con la vida, la esencia que esta mas allá del cuerpo que habitamos. Durante las sesiones podemos experimentar ese estado dentro de nosotros mismos que trasciende la condición física.
En esa conexión el paciente entra en un estado de integración y cohesión y el cuerpo buscará su propio orden, se autoregulara dentro de lo que le permitan sus limitaciones.
Esa conexión es un acompañamiento a la vida sea cual sea la fase en la que esté, por lo que también una persona que se encuentre en circunstancias cercanas a su muerte, se beneficia de esa conexión, del estar en contacto consigo mismo en un nivel profundo. Y cuando el cuerpo este dejando de funcionar le va a ser más fácil «soltarlo».
Hay muchas formas de morir. Se puede morir crispado, aferrándose al cuerpo o se puede morir en un estado de mayor quietud, en paz.
La vida está siempre disponible, aún en el proceso de morir.
Jean-Paul Sartre dijo que había dos maneras de ir a la cámara de gas: «libre, o sin libertad», haciendo referencia por supuesto a el contenido trascendente de la actitud ante el “morir”..
La función de la terapia es la de conectarte con tu fuente.
Rafael Martiz